Buscar este blog

lunes, 3 de octubre de 2016

Enrique Peña Nieto entrará a los libros de historia como el hombre que recuperó para el PRI el máximo poder en México.
México, DF. A sus 46 años, este hombre nacido en Atlacomulco, estado de México, se convertirá en presidente de la República luego de una campaña intensa y atropellada en la que, sin embargo, nunca perdió la ventaja con que arrancó.

No ha sido fácil el arribo al poder y llega con diversos cuestionamien- tos: desde el papel que, cientos de millones de pesos mediante, Televisa jugó en la construcción mediática de su imagen y su encumbramiento, hasta el intenso rechazo que él y el PRI generan en un sector amplio de mexicanos, cuya expresión más reciente es la conformación del #YoSoy132, movimiento de jóvenes que sacudió su hasta entonces cómoda campaña electoral.

Peña Nieto tomará el poder el 1 de diciembre si los resultados se confirman y llevará consigo sombras y lastres difíciles de obviar: la corrupción y desprestigio de los gobernadores de su partido -Arturo Montiel, Tomás Yarrington, Humberto Moreira, Mario Marín, entre ellos-; la cercanía e influencia de Carlos Salinas de Gortari, su dependencia de las televisoras y su falta de habilidad política para gobernar fuera de escenarios tersos y controlados.

Las siguientes líneas tratan de explicar y documentar por qué y cómo es que Peña Nieto ganó la Presidencia de la República, cómo es que su partido recupera el poder, aunque quizá, como él mismo dijo ya al final de la campaña, "el PRI nunca se fue".

ólo Enrique Peña Nieto sabe en qué momento comenzó a creer en la idea de que podría ser presidente de México. El hecho es que a la media noche de este 1 de julio la tendencia del voto indica que pronto tendrá las llaves de Los Pinos y, con ello, se habrá concretado el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder.

Sería complejo descifrar, aun con los instrumentos de los que dispone la ciencia, los instantes exactos, los momentos clave que han llevado a este político de 46 años a alcanzar la Presidencia. Lo que sí es menos arduo es acercarse a aquellos hechos y circunstancias que allanaron la ruta del PRI hacia la victoria, hacia su retorno 12 años después de que Ernesto Zedillo Ponce de León entregó la banda presidencial a Vicente Fox.

Uno de esos elementos a considerar es lo que el politólogo Jesús Silva-Herzog Márquez llama "gran talento político" de Peña Nieto para hacerse de la candidatura del PRI y, de paso, bloquear las aspiraciones de Manlio Fabio Beltrones, político con gran influencia en el partido, pero que al final no pudo disputar la nominación. Más aún: terminó fortaleciendo al candidato mexiquense.

Conseguir esa candidatura, sin que nadie se la peleara, requirió un trabajo cuidadoso. Peña Nieto empezó por enmendar los errores que dieron al traste con los dos más recientes intentos por ganar la Presidencia. "Detectó que las divisiones internas habían frustrado en gran medida las ambiciones del priismo de mantener y regresar al poder, y estableció alianzas con distintos actores de esa compleja maquinaria electoral y política que es el PRI", considera Silva-Herzog Márquez, profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Así que al tiempo que contenía a otros grupos, se construyó un margen de maniobra que evitara rupturas como la que protagonizaron en 2006 el candidato Roberto Madrazo y un grupo, por ejemplo, de gobernadores priistas. "El PRI aprendió la lección y apostó por la unidad. Por eso la candidatura de Peña se fortaleció". La frase de Manlio Beltrones con que anunció la declinación de sus aspiraciones, evalúa René Torres-Ruiz, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, fue una síntesis de esto: "Prefiero no convertirme en un elemento de fractura".

La cohesión interna era vital para fortalecer su candidatura, pero no la hubiera podido conseguir sin el apoyo de grupos con poder efectivo dentro de la estructura del PRI. "El Grupo Atlacomulco vio en Enrique Peña Nieto la posibilidad después de 40 años de tener nuevamente un presidente de la República con raíces mexiquenses", dice Torres-Ruiz.

"Para los integrantes de ese grupo, entre ellos Alfredo del Mazo, Arturo Montiel e incluso el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, el perfil de Peña Nieto fue útil para posicionarse y ser competitivos". Este clan, comenta el especialista de la UNAM, se impuso finalmente a otros grupos del viejo cuño priista, que no terminaban de aceptar esa candidatura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario